La Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP) se dirige a la
opinión pública del país para denunciar las pretensiones de quienes,
recurriendo a la vía legal, tratan de amedrentar a los periodistas
independientes de Ancash para que guarden silencio ante hechos objetables e
imponer, de esa manera, una política oscurantista en asuntos de interés
público.
Las últimas querellas de las que han sido objeto los periodistas
chimbotanos Miguel Alcántara Flores, César Quino Escudero, Santos Paredes
García y Noé García Vásquez, a quienes el presidente regional de Ancash, César
Álvarez Aguilar, exige una reparación civil de un millón de nuevos soles, son
muestra clara de la voluntad de la autoridad de silenciar cualquier tipo de voz
crítica y generar un ambiente de miedo y temor entre quienes tienen la
responsabilidad de informar.
Para la ANP las querellas -y más cuando las mismas exigen cifras de
reparación civil desorbitantes, como es el caso- son utilizadas, más que para
resarcir el honor, para intimidar a quienes hacen denuncia pública.
Esta no es la primera vez que la autoridad regional de Ancash pretende
coartar la libertad de expresión con ese tipo de maniobras, cuando no de otras
modalidades. Son reiterados los agravios verbales, la descalificación
profesional a la labor de los comunicadores sociales y las amenazas contra quienes
son críticos a su gestión en los últimos años.
La ANP saluda, respalda y acompaña la movilización de los periodistas
ancashinos, quienes en acto público en Chimbote, en la fecha, se han
comprometido a vigilar y fiscalizar a quienes han sido elegidos para ejercer en
forma transparente la función que les ha encargado mandato ciudadano.
Para la ANP, lo protagonizado por el presidente regional de Ancash
ratifica la necesidad de despenalizar los denominados delitos de prensa, cuya
sola existencia los convierte en instrumentos de intimidación, ya que la
amenaza de sufrir carcelería efectiva establecida en el Código Penal, es
desmedida e inhibitoria, y por tanto contraria a la libertad de expresión. Más
cuando se informa de asuntos expuestos al escrutinio ciudadano.
Finalmente, la ANP hace un llamado a todos los periodistas del país a
mantenerse unidos y vigilantes contra toda acción que pretenda socavar el libre
ejercicio de la libertad de expresión. Ancash, hoy, y lo dice el registro de
atentados a la libertad de expresión de los primeros ocho meses del año de la
Oficina de los Derechos Humanos del Periodista de la ANP, es la segunda región
de mayor riesgo para el ejercicio del periodismo en el país.
Lima, 26 de agosto 2013
COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL
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