Así lució la plazuela chiquinquirá, en la víspera del cumpleaños de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá, una noche de encuentro con los amigos, familiares, compadres, vecinos para celebrar juntos, luego de elevar una plegaria a la Vírgen.
Hubo entreteniemiento para todos, danza, música, fuegos artificiales, bebida y por supuesto el infaltable calientito ofrecido por las damas del Comité organizador para animar a los observadores y alegrar aun más el momento. El santuario no podian estar mejor, estrenó el piso, bancas, entre otras cosas.
Pero, no se ha superado hasta la fecha la falta de los servicios higiénicos, convirtiéndo las calles en letrinas públicas y la venta de bebidas alrededor del santuario. Una lástima que no pueda haber alegría sin licor y cigarrillos dando el mal ejemplo a los niños y jóvenes.
